Elena Pollán, miembro de Western Sahara Resource Watch, se ha visto obligada a tomar la decisión de abandonar El Aaiun junto a su compañera Raquel Ramírez, después de que ambas fueron sometidas a un acoso policial sin paliativos en su estancia de apenas dos días de duración en la capital del Sahara Occidental ocupado. En su viaje de vuelta a España, las activistas fueron continuamente vigiladas por policías marroquíes.
La activista y miembro de Western Sahara Resource Watch, Elena Pollán González, viajó a El Aaiun el pasado 25 de mayo, con el objetivo de reunirse con Hayat Erguibi y Nguia El Hawasi tras su salida de la cárcel, donde han estado encarceladas desde el pasado 8 de diciembre de 2010, aun sin haber cometido delito alguno. Recordemos que Elena fue expulsada de El Aaiun en enero de 2010.
Durante su visita, Elena Pollán y Raquel Ramírez también tenían intención de reunirse con activistas saharauis para coordinar el trabajo de investigación y denuncia del expolio de recursos naturales en el territorio por parte de empresas como Jealsa o de la pesca ilegal de la UE en aguas saharauis.
Además del encuentro con Hayat Erguibi y Nguia El Hawasi, Elena Pollán y Raquel Ramírez recogieron los testimonios de los familiares de Said Dambar, el joven saharaui que en enero fue disparado en cabeza y pulmón por un policía en El Aaiún. Desde entonces, la familia exige una autopsia oficial y exhaustiva así como una investigación del caso.
En la madrugada del viernes al sábado, más de una docena de policías sin identificación irrumpieron de forma violenta en la casa del saharaui en la que se alojaban Elena y Raquel. Les acompañaba el gobernador de El Aaiun, que increpó de forma muy violenta a las dos jóvenes, sustrayéndoles temporalmente sus pasaportes y obligándoles a alojarse en un hotel, donde estuvieron permanentemente vigiladas con policías apostados en cada esquina de la calle.
"El mero gesto de mover la cortina de la ventana de la habitación hacía que los policías apostados en la puerta del hotel hicieran llamadas con sus móviles para informar a sus superiores de cualquier movimiento", declaró Raquel Ramírez al llegar hoy, domingo, 29 de mayo, al aeropuerto de Barajas. "Ante la situación de vigilancia y acoso", continuó Elena, "vimos que iba a ser imposible continuar con nuestro trabajo de recogida de testimonios y que íbamos a poner en riesgo a los compañeros saharauis con quienes íbamos a trabajar en el tema del expolio de recursos, por lo que decidimos volvernos a España".
Las dos activistas fueron controladas en todo momento hasta que cogieron el avión de vuelta. El mismo gobernador de El Aaiun estuvo presente cuando ambas tomaron el autobús para viajar a Marrakech.
INFORMACION:WSRW
La activista y miembro de Western Sahara Resource Watch, Elena Pollán González, viajó a El Aaiun el pasado 25 de mayo, con el objetivo de reunirse con Hayat Erguibi y Nguia El Hawasi tras su salida de la cárcel, donde han estado encarceladas desde el pasado 8 de diciembre de 2010, aun sin haber cometido delito alguno. Recordemos que Elena fue expulsada de El Aaiun en enero de 2010.
Durante su visita, Elena Pollán y Raquel Ramírez también tenían intención de reunirse con activistas saharauis para coordinar el trabajo de investigación y denuncia del expolio de recursos naturales en el territorio por parte de empresas como Jealsa o de la pesca ilegal de la UE en aguas saharauis.
Además del encuentro con Hayat Erguibi y Nguia El Hawasi, Elena Pollán y Raquel Ramírez recogieron los testimonios de los familiares de Said Dambar, el joven saharaui que en enero fue disparado en cabeza y pulmón por un policía en El Aaiún. Desde entonces, la familia exige una autopsia oficial y exhaustiva así como una investigación del caso.
En la madrugada del viernes al sábado, más de una docena de policías sin identificación irrumpieron de forma violenta en la casa del saharaui en la que se alojaban Elena y Raquel. Les acompañaba el gobernador de El Aaiun, que increpó de forma muy violenta a las dos jóvenes, sustrayéndoles temporalmente sus pasaportes y obligándoles a alojarse en un hotel, donde estuvieron permanentemente vigiladas con policías apostados en cada esquina de la calle.
"El mero gesto de mover la cortina de la ventana de la habitación hacía que los policías apostados en la puerta del hotel hicieran llamadas con sus móviles para informar a sus superiores de cualquier movimiento", declaró Raquel Ramírez al llegar hoy, domingo, 29 de mayo, al aeropuerto de Barajas. "Ante la situación de vigilancia y acoso", continuó Elena, "vimos que iba a ser imposible continuar con nuestro trabajo de recogida de testimonios y que íbamos a poner en riesgo a los compañeros saharauis con quienes íbamos a trabajar en el tema del expolio de recursos, por lo que decidimos volvernos a España".
Las dos activistas fueron controladas en todo momento hasta que cogieron el avión de vuelta. El mismo gobernador de El Aaiun estuvo presente cuando ambas tomaron el autobús para viajar a Marrakech.
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